sábado, 12 de septiembre de 2015

Hace mucho tiempo que no me tragaba las lágrimas, pues siempre procuro sacarlas o termino hecha un pantano, sin embargo, esta vez quiero recordar a que saben y usarlas como tinta.

Porque caí  del cielo y ahora veo el mar desde otra perspectiva.

En mi pecho se cultiva un granito de arena, cual vino se va añejando con el paso de los años, pero este no me deja buen sabor de boca.

Me consume, se apodera de mis fuerzas, y yo, sólo dejo que me lleve la marea...

Ven, dame una mano, te lo suplico, que me ahogo, (me digo a mi misma), pero otra voz interrumpe y atraganta mis cuerdas vocales : "No".



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