lunes, 7 de septiembre de 2015

CREER

Después de esto, espero estar mejor los días que siguen, espero no seguir pensando en si aun me recuerdas o mucho menos llegas a extrañarme.

Después de mandarte ese gigantesco mensaje espero dejar pasar el tiempo, ahora sin interrupciones, ahora sin recaídas.

Decir "no me conoces" cuando ni tú sabes quién eres, duele.

Saber que de cierto modo "perdí", duele el doble.

Que alguna vez fui la razón por la que empezaste a escribir y ahora te soy indiferente, triplica el dolor que siento.

Como vez no sólo siento, puedo sentir con más intensidad que el resto de las personas, es un arma de doble filo, mi sensibilidad es enfermiza.

Y es que aun no entiendo cómo puede cambiar el afecto tan repentinamente, el juicio que tienes hacia alguien, el estima, ignorar lo que sientes y aún más fríamente ignorar lo que sienten otros, prohibirte dejarte llevar y cuidar de lo que se vive en ese momento. Somos seres cambiantes y vaya que nos tomamos los cambios en serio, pero en cambio, hay seres como yo, que yacen en cuerpos normales pero por dentro son otra cosa, los que se aferran, los que no quieren rendirse aun cuando ya todo está perdido, los que aun quieren intentarlo a pesar de haber terminado más rotos que la vez anterior, porque creen en un "tal vez" y aun creen que vale la pena y ese es su mejor cualidad y su peor defecto "creer".

No solo se engañan a ellos mismos, tratan de convencer a los demás de que existen los "por siempre" , son ingenuos y lo saben, pero se niegan a aceptarlo, porque les basta con que les prometan cualquier cosa para tenerlos contentos, y a decir verdad, entre estos dos polos opuestos, ¿a quién elegir?
¿por cuál camino fiarte?
¿creer o no creer?, esa es la cuestión.



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